Yves Saint Laurent: Genialidad y timidez
15959
post-template-default,single,single-post,postid-15959,single-format-standard,bridge-core-3.0.7,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode_popup_menu_push_text_top,qode-theme-ver-29.4,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,wpb-js-composer js-comp-ver-6.10.0,vc_responsive,elementor-default,elementor-kit-

Yves Saint Laurent: Genialidad y timidez

Yves Saint Laurent: Genialidad y timidez

Como sabréis muchos de vosotros hasta el 8 de enero se puede disfrutar en la Fundación Mapfre de Madrid de una fantástica exposición que hace un bonito recorrido por la trayectoria profesional de Yves Saint Laurent. La exposición está muy bien estructurada e incluye todas las prendas míticas del diseñador. Quizás en otro momento hable más detalladamente de su obra, pero hoy no lo voy a hacer. Sí que os diré que es una visión muy completa de su obra y que incluye las prendas más representativas. Se encuentran todas aquellas prendas que extrajo del armario masculino para dotarlas de feminidad, sensualidad, modernidad, y por supuesto, comodidad, como los blazers, la sahariana o el smoking. También están las prendas nacidas de su pasión por el arte como el vestido mondrian, las chaquetas bordadas con los girasoles y los lirios de Van Gogh con esas inimaginables 600 horas de trabajo… y toda esa riqueza cultural y de color con la que vistió la noche, incluida su mítica colección de los Ballets Rusos.

Sin embargo, una de las cosas que a mí más me sorprendió es cómo se han preocupado de que se conozcan detalles de la persona que se escondía tras el genial y famoso diseñador. Es una exposición cuidada en extremo en todos los sentidos. Desde que entras por la puerta escuchas a María Callas, siempre declaró su pasión por ella; han recreado su mesa de trabajo, con todos esos pequeños detalles que también hablan de su dueño; múltiples fotos que recorren parte de de su vida, por cierto, preciosas; sus dibujos, con ese trazo tan suelto a la vez que expresivo, incluso podréis escuchar sus palabras…

La exposición se inicia con su trabajo en Dior, con su ya famosa línea trapecio. Cuando leí por primera vez una declaración de 1986 en la que definía su relación con Dior, me sorprendió mucho, teniendo en cuenta su timidez. Estas eran sus palabras:

Me acuerdo de todo, de toda su atmósfera, de las paredes gris perla y de las molduras blancas, de las kentias diseminadas por toda la escalera de la gloria, del perfume de los grandes ramos de flores de los días de estreno. Me acuerdo sobre todo de él. De él, a quién nunca me decidiré a llamar Christian, sino el señor Dior. Y es que, a través de esa extraña y fabulosa colaboración que nos unió desde mi llegada a su casa y hasta su muerte, nuestras dos sensibilidades, tan complejas, levantaban entre nosotros una barrera infranqueable hecha, por mi parte, del inmenso respeto que le tenía y, por la suya, de un gran pudor, como el que seguramente sienten todos los padres en presencia de sus hijos. Fueron, las nuestras, unas relaciones de calidad excepcional, raras y completas pese a ese pudor por una y otra parte que, muy lejos de separarnos nos unía. La elegancia de sus sentimientos iba de la mano con la de su oficio. Una complicidad extraordinaria se instauraba entre nosotros. Sus ojos brillaban de afecto; los míos de admiración ante aquel ídolo que me dedicaba parte de su emoción. Me acuerdo de los momentos de descanso, de nuestras carcajadas, de su bondad inestimable y de la inigualable calidad de sus sentimientos de estima, de afecto, de protección. Me enseñó lo esencial. Después llegaron otras influencias que, al haberme enseñado él lo esencial, se fundían con él y en él hallaban el terreno maravilloso que me permitiría afirmarme, fortalecerme, desarrollarme, respirar al fin mi propio universo. Pese a todo lo bueno que me haya podido llegar después en mi oficio, he de decir que a su lado es donde fui más feliz. Aún no tenía veinte años y, como escribió Proust, los paraísos auténticos son los que uno ha perdido”.

Quedan pocos días para su clausura, pero aun estáis a tiempo quienes no la hayáis visitado. Existe la posibilidad de una visita virtual, aunque no es lo mismo. Los talleres infantiles son también estupendos, tienen una forma muy bonita y divertida de acercar el universo de Yves Saint Laurent a los más pequeños, aunque imagino que a estas alturas ya no quedaran plazas. También os recomiendo el catálogo de la exposición, es muy completo y recoge testimonios, declaraciones y análisis muy interesantes.

Os dejo los enlaces a la Fundación Mapfre, a la Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent y un pequeño reportaje que emitió la 2 para los que no sepáis mucho de él:

www.exposicionesmapfrearte.com/ysl/#/la-ambicion-de-la-alta-costura

www.fondation-pb-ysl.net/fr/Accueil-Gisele-Freund-575.html

www.rtve.es/alacarta/videos/solo-moda/

No Comments

Post A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.