El final de un sueño
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El final de un sueño

El final de un sueño

Ayer se clausuraba en el Museo Cerralbo la exposición “la moda es sueño”, un bonito ejemplo de cómo se puede integrar moda y arte. La exposición es un tributo a la historia de la moda española que nos ha permitido contemplar desde prendas del gran Balenciaga, Pedro Rodríguez o Pertegaz, a creaciones recientes de Josep Font, Maya Hansen o José Castro, entre otros muchos nombres.

El encanto de la exposición está en cómo se han fusionado los maniquíes y sus respectivas prendas en cada una de las estancias del Museo Cerralbo. De tal forma, que la belleza del lugar en que se expone, realza la belleza también de las creaciones. En un espacio cargado de historia, donde vivió un marqués al que le gustaba viajar y que alberga múltiples objetos que compró en muchos de sus viajes, los maniquíes parecen querer contarte una historia, sobre todo en algunas de sus salas. No es muy difícil imaginar mujeres bailando con esos impresionantes vestidos en su preciosa Sala de Baile. El sonido del paso del tiempo está presente a lo largo de la exposición a través del sonido de sus relojes, despertando la imaginación y los sentidos.

Mi preferido es un vestido de Josep Font del año 2008, de su colección “Mi España”. Está situado en el Salón de Confianza y perfectamente coordinado con los objetos que le acompañan. La fragilidad de las flores de cristal de Srawosvski bordadas en la parte superior, su exquisito lazo azul, y la delicadeza de su falda, hace que se integre como un elemento más entre las porcelanas de Meisen y la impresionante lámpara de cristal de murano que cuelga de su techo.

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La visita infantil también ha sido una bonita experiencia. De una forma muy divertida los niños descubren lo que une a cada prenda con el lugar donde se encuentra y aprenden a fijarse en la similitud de texturas, colores, volúmenes y formas. Termina con un taller en el que les ofrecen tres escenarios para que ellos creen sus propios diseños con papeles, telas, cintas y diversos objetos, dejando volar su imaginación.

Espero que no sea el final de un sueño y que se repitan iniciativas como ésta, en la que arte y moda vayan de la mano, invitando a conocer museos, quizás menos visitados, pero con un gran encanto. Lugares y creaciones que invitan a soñar…

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